1.ANDAR O PASEAR a diario unos 15 minutos al menos, sin ropa o con poca ropa y suelta al aire libre o en una habitación con la ventana abierta de par en par. Prueba a andar con los pies descalzos, ya verás qué placer! También puedes aprovechar para hacer respiraciones profundas para liberarte de tensiones o emociones negativas acumuladas y así ejercitarás los músculos respiratorios. Inspira pensamientos positivos y expira los negativos, ya verás cómo cambia tu cuerpo en unos minutos!
2.CEPILLAR O FRICCIONAR EN SECO el cuerpo con un paño áspero durante unos cinco minutos al día, por ejemplo al levantarse. Se empieza por las piernas, desde los dedos de los pies hasta las ingles y glúteos, lentamente. Se sigue con los brazos, desde los dedos de las manos hasta las axilas y hombros, luego el pecho y la espalda, desde la línea media hasta los lados, evitando los pezones mamarios. En el vientre puedes realizar movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj. Así conseguirás un poderoso estímulo de la piel activando por vía refleja sus funciones, así como la digestión y la defecación.
3.HELIOTERAPIA COMPLEMENTARIA. Nuestro cuerpo es muy inteligente y tenemos que escucharle más ya que si nos pide sombra en verano y calor en invierno por algo será. Los peligrosos rayos ultravioleta del tipo B, al igual que los rayos X tienen efectos negativos acumulativos desde la infancia. Sin embargo, una exposición moderada a los rayos solares, sobre todo en los meses menos calurosos, influye beneficiosamente sobre el sistema defensivo inmunitario ya que es fuente de vitamina D y estimula algunas funciones cutáneas así como el sistema neuro hormonal y circulatorio.
Así que ya sabes, un pequeño paseíto en el campo o el parque de tu ciudad puede proporcionarte defensas y cambiarte el humor!
- Fuente: Revista Integral 407
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